El 60% de los obesos que lleva un balón intragástrico es fumador, según datos de la Unidad de Tratamiento Endoscópico de la Obesidad del Hospital Universitario Madrid Montepríncipe. Según el doctor Gontrand López-Nava, director de la Unidad, la obesidad y el consumo de tabaco van unidos muchas veces, pese a que «el aumento de peso es uno de los temores más habituales en aquéllos que se plantean dejar de fumar». No obstante, López-Nava subrayó que los pacientes aprovechan la situación de inicio de pérdida de peso inducida por el balón para dejar el hábito tabáquico.

24-Enero-2006 Ilustre Colegio Oficial de Médicos de Madrid

EL 60% DE LOS OBESOS CON BALÓN INTRAGÁSTRICO ES FUMADOR

El 60% de los obesos que lleva un balón intragástrico es fumador, según datos de la Unidad de Tratamiento Endoscópico de la Obesidad del Hospital Universitario Madrid Montepríncipe. Y es que la obesidad y el consumo de tabaco muchas veces van unidos. El aumento de peso es uno de los temores más habituales en aquellos que se plantean dejar de fumar. Los pacientes que tratamos en nuestra unidad, con frecuencia aprovechan la situación de inicio de pérdida de peso inducida por el Balón Intragástrico, para abandonar el habito tabaquico.

Por este motivo, todo el personal de la unidad (digestivos, endocrinos, psicólogos, psiquiatras, enfermeras… etc.), colabora activamente con nuestros pacientes, animándoles a dejar de fumar, ya que las técnicas que llevamos a cabo forman parte de un plan global de salud, que incluye dieta, ejercicio y abandono del tabaco.

Los pacientes a los que se les implanta un Balón Intragástrico (BIG) disminuyen la ingesta diaria de alimentos. Una vez se les ha instalado este dispositivo tienen sensación de saciedad precoz y de plenitud gástrica (estómago lleno), por lo que se disminuye la ansiedad provocada por la falta de comida. En este contexto, el paciente se siente más animado para dejar de fumar. Hay que tener en cuenta que el 60% de los fumadores gana peso al dejar de fumar. Mientras somos adictos a la nicotina, ésta quema aproximadamente unas 300 calorías nuestras, sin hacer el más mínimo esfuerzo, debido a que aumenta la velocidad del metabolismo basal y además controla el apetito-ansiedad.

Los efectos sistémicos de la nicotina, que aceleran el metabolismo basal, son los responsables, al desaparecer ésta, de un 30% de la ganancia de peso. El otro 70% de los aumentos de peso se deben a un aumento de las calorías ingeridas. De hecho existen estudios que han demostrado que el ex fumador aumenta en 300 kilocalorías/día su dieta durante los meses posteriores al abandono debido a factores psicológicos relacionados con la ansiedad del síndrome de abstinencia, y a factores como la mejoría sensitiva del olfato y gusto por la comida.

Por tanto, para limitar esa mayor ingesta en el periodo de abstinencia a la nicotina, el balón intragástrico va a constituir una importante ayuda a nuestros pacientes obesos, ya que por un lado restringe la capacidad de llenado gástrico y por otro disminuye el apetito al producir sensación de saciedad precoz y de estómago lleno.

El BIG es una técnica indicada para ayudar a perder peso a las personas con obesidad (índice de masa corporal por encima de 30), o lo que en un adulto normal puede suponer a partir de 15-20 kilos de sobrepeso. Normalmente son pacientes que ya han intentado antes diferentes métodos para adelgazar, tanto dietéticos como farmacológicos. El BIG es un dispositivo que se introduce en el estómago sin cirugía, a través de endoscopia digestiva y que sirve como coadyuvante a una dieta hipocalórica y a un programa de modificación de la conducta en la ingesta de alimentos. Supone un tratamiento idóneo para ayudar a aquellos pacientes con dificultad para adherirse a cumplir una dieta hipocalórica equilibrada, con o sin medicación coadyuvante. Por otro lado, en pacientes con obesidades superiores (obesidad mórbida y súper-obesidad) con índices de masa corporal superiores a 40, dentro de un contexto en el que no se descarta la cirugía restrictiva con banda gástrica ajustable, o las cirugías malabsortivas.

La obesidad, al igual que el tabaquismo, constituyen en la actualidad graves problemas de salud pública. Se estima que en España el 14,5% de la población es obesa (y hasta el 50% tienen sobrepeso), y un 31% de los españoles son fumadores. Ambos problemas de salud están directamente relacionados ya que, potencian los efectos perjudiciales metabólicos, respiratorios, locomotores y cardio-circulatorios, que tienen por separado. Y, por otro lado, engordar es la mayor preocupación de los que se proponen dejar de fumar. De hecho, según una encuesta realizada por el Club de la Farmacia entre 220 farmacéuticos de toda España, en el 64% de los fumadores, el miedo a engordar es su mayor preocupación, seguido de los efectos de su adicción a la nicotina (25,86%) y del precio del tratamiento para dejar de fumar (6,89%).